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Pescadores, GPS y langostas: Aprender a usar  tecnología en la práctica.
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Pescadores, GPS y langostas: Aprender a usar tecnología en la práctica.

La tecnología en las actividades cotidianas

Pescadores, GPS y langostas: Aprender a usar  tecnología en la práctica.

Judith Kalman*

La primera vez que supe de Punta Allen y sus langosteros, fue en una plática informal con una colega. Me contaba que había un grupo de investigadores en Mérida que estudiaban los hábitats bénticos y su relación con la pesca de langosta en la Bahía de la Ascensión. Para llevar a cabo la investigación, los científicos habían involucrado a los pescadores locales para la recopilación de datos. Salieron en las lanchas con los pescadores y, utilizando aparatos geoposicionadores móviles (conocidos como GPS por las siglas en inglés de Geographical Positioning Device), les pedían que los llevaran a puntos específicos en la Bahía para recoger muestras.

Cuando tuve la oportunidad de visitar y conocer a algunos de esos pescadores, me explicaron que en condiciones normales la pesca de langosta se lleva a cabo mediante la colocación de casitas cubanas (refugios artificiales donde se esconden las langostas) y que después estas casitas  se revisan periódicamente para recogerlas. Antes de aprender a usar el GPS, los pescadores utilizaban señales y marcadores geográficos para orientarse en el agua: desde su lancha se guiaban por un árbol especialmente alto en la costa, o un muelle; una forma particular en la orilla del mar, o  una palmera; se guiaban también por las boyas flotantes para regresar a su campo de pesca y ubicar sus trampas. Debido a la transparencia del agua y a su poca profundidad en general, los pescadores también reconocen su ubicación  y navegan por las zonas claras y oscuras  creadas por las algas submarinas y la arena blanca en el fondo que forman caminos  para las lanchas.

En las lanchas los pescadores me enseñaban sus GPS y cómo funcionaban.  Me contaron que se interesaron en ellos cuando observaron cómo los académicos los utilizaban, y que con ellos aprendieron a usarlos en la práctica. Como los investigadores llegaron a la Bahía de la Ascensión con sitios preseleccionados para el levantamiento de datos, ellos aprendieron también que esta tecnología permite establecer una ruta predeterminada a los puntos específicos que se desea visitar.

Durante el periodo más intensivo de la recopilación de datos, los investigadores iban cuando menos una vez al mes y se quedaban una semana completa.  Generalmente los investigadores se colocaban en la parte posterior de la lancha y le daban indicaciones precisas al pescador para llegar a los puntos predeterminados marcados por coordenadas en el GPS mientras éste conducía.  En este contexto, los pescadores tuvieron la oportunidad de observar a los científicos mientras operaban los GPS y allí, in situ, les hacían preguntas como "¿Cómo funciona? ¿Cómo sabe qué camino tomar? ¿Cómo sabe desde dónde viene y hacia dónde dirigirse? ¿Cómo sabe (el GPS) que has llegado a tu destino?”

Para cada uno de estos cuestionamientos, los investigadores respondían mostrando a los pescadores la pequeña pantalla e interpretaban los símbolos y mapas que aparecían en él. Estas demostraciones in situ tenían una ventaja epistemológica importante para propiciar el aprendizaje de los pescadores: los investigadores, quienes actuaban aquí como usuarios expertos de GPS, involucraban a los pescadores novatos en situaciones experimentales, creando sobre la marcha la oportunidad de formular una hipótesis acerca del funcionamiento del GPS, y posteriormente, las condiciones inmediatas para validar o rechazar sus conjeturas. Cuando los pescadores no entendían lo que estaba en la pantalla o no estaban seguros de qué esperar, los académicos preguntaban "¿Qué cree usted que sucederá si cambio de dirección?" Y con el GPS en la mano se podía redirigir la lancha para ver si sus predicciones eran correctas o no. Esto permitió a los usuarios novatos de GPS—los pescadores—experimentar y aprender a usarlos  por ensayo y error, bajo la dirección de otros más experimentados: los investigadores.

*Judith Kalman es profesora en investigadora del SNI, es la coordinadora del Laboratorio de Educación, Tecnología y Sociedad (LETS) del Departamento de Investigaciones Educativas (DIE-Cinvestav).

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