2017- La incorporación de lo digital a la vida cotidiana

En los medios, la investigación académica y el discurso oficial se ha reportado el creciente uso de múltiples tecnologías digitales en actividades cotidianas que abarcan diversos dominios de la vida social: el trabajo, entretenimiento, religión, vida familiar, deportes, negocios, educación y artes. Políticas públicas que promueven la globalización apoyan esta tendencia, donde la conectividad digital se considera clave para construir y sostener la llamada economía global, la producción del conocimiento y la comunicación. En el discurso público, los anuncios. cine y la televisión se retrata el uso de computadoras, dispositivos móviles, relojes y lentes digitales, y el software como terso, fácil, instantáneo y moderno transcurriendo en condiciones óptimas donde todo lo requerido está presente. Sin embargo, la construcción de estas condiciones óptimas es compleja: requiere recursos financieros para obtener dispositivos, para la contratación de conexiones a Internet y mantenimiento de equipos; demanda la disponibilidad de infraestructura como la electricidad, Internet, servicios telefónicos; uno debe contar con cierto capital social y redes para aprender a operar dispositivos y software, conocer prácticas y affordances, apropiarse y extender usos en múltiples contextos; y en muchos casos implica el conocimiento de las lenguas distintas de los que habla los usuarios para la navegación, la comprensión de contextos y procedimientos, y el aprendizaje de los protocolos en línea.

Varios problemas surgen con esta representación.  En pocas ocasiones se reconocen condiciones precarias para el uso de la tecnología, y cuando se identifican, se relacionan con situaciones de excepción: durante una emergencia total como un volcán en erupción, un secuestro o un incendio o ubicaciones geográficas adversas como una cima de montaña. Sin embargo, para un número importante de países estas condiciones sólo existen para unos pocos. Para las mayorías que viven en los países pobres, los recursos financieros son escasos, la electricidad y la conectividad pueden ser precarias e intermitentes, y la educación formal, los servicios de salud y el acceso a una vivienda digna pueden ser más una promesa que una realidad. Además, pareciera ser que el acceso y la disponibilidad de las tecnologías son homogéneos, dando la idea que todos los usuarios acceden de la misma manera, independientemente de su contexto, sus condiciones, sus actividades y su historia. Partimos de dos premisas entonces: primero, que los procesos y condiciones de apropiación son heterogéneos; y segundo, no solo se diferencian unas experiencias de otras sino que la diferencia implica también desigualdad.

Es problemático entonces que gran parte de lo que sabemos acerca de las tecnologías digitales—las llamadas TIC (tecnologías de información y comunicación)—cómo se distribuyen y se utilizan, se basa en la investigación sobre su incorporación y uso en  las grandes empresas, centros de investigación, el entretenimiento high-tec, y las universidades,  Nuestro conocimiento proviene de lo que Barendregt (2012) llama los "centros privilegiados, la tecnología de vanguardia o la vanguardia informacional de la moda". Por ello, varios investigadores han señalado la necesidad de estudios cualitativos sobre los procesos y resultados de la apropiación y uso de tecnologías en contextos de pobreza.

Referencias
Barendregt, B. (2012). Diverse digital worlds. In H. A. Horst & D. Miller (Eds.), Digital anthropology (pp. 203–224). London: Berg.

Dado lo anterior, se proponen los objetivos de este estudio son:

  • Identificar cuáles son las diferentes formas de usar las tecnologías y describir su diversidad material, simbólica e histórica.
     
  • Analizar cómo estos usos se vinculan con las condiciones materiales sociales y económicas de su contexto y cómo contribuyen a la construcción del espacio social.
     
  • Reconocer cuáles son los conocimientos que se movilizan para usarlas.
     
  • Examinar cómo las personas se vinculan mediante diferentes tecnologías, actividades y espacios.

Las preguntas preliminares que guiarán su inicio son:

  • ¿Cuáles son los usos diarios/cotidianos, que las personas hacen de las TIC?
     
  • ¿Cómo es que los incorporan en sus actividades comunicativas, laborales y personales?
     
  • ¿Qué desafíos enfrentan?
     
  • ¿Cuáles son los rasgos comunes que caracterizan el uso de la tecnología en la comunidad?
     
  • ¿Qué redes existen entre los vecinos y cómo trabajan/laboran?
     
  • ¿Qué factores permiten a unos adoptar y utilizar la tecnología?