Científicos ciudadanos y biodiversidad: una ventana para pensar el uso de las TIC en prácticas sociales específicas

Científicos Ciudadanos y Biodiversidad: una ventana para pensar el uso de las TIC en prácticas sociales específicas.

Roberto Méndez[1]

Entre los meses de Octubre y Noviembre de cada año, maestros, profesionistas ambientales y otros voluntarios registran por escrito y con fotografías el vuelo y la presencia de la mariposa monarca durante su viaje migratorio por ciudades y comunidades rurales de nuestro país. Ellos participan en una iniciativa impulsada desde hace más de 25 años por Correo Real, una organización civil que busca generar interés en la conservación de la monarca a través de una investigación colectiva sobre su ruta migratoria. Los participantes tienen la oportunidad de compartir  a la organización sus observaciones a través del correo electrónico  en los cuales pueden incluir el número de mariposas observadas y su comportamiento, así como el sitio de registro y las condiciones climáticas. Con esta información, Correo Real elabora y distribuye un boletín electrónico que es consultado por científicos y público no especializado.

Al igual que en México, en  otros países han surgido distintas iniciativas de monitoreo ambiental ciudadano enfocadas a registrar fenómenos migratorios y de comportamiento de  insectos, aves y mamíferos, por lo que la literatura especializada en conservación ha propuesto el concepto de ciencia ciudadana para hablar de estas prácticas colectivas de investigación. Así, un científico ciudadano es una persona comprometida con la documentación y el conocimiento de fenómenos biológicos sin que necesariamente tenga una formación científica, o participe en instituciones formales.

Si bien, la participación pública en la ciencia es una práctica  bien documentada desde finales del siglo XIX, los últimos años ha tomado un nuevo auge, particularmente por su vínculo con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En la ciencia ciudadana las TIC son usadas de diversas maneras: para la  toma de datos ambientales a través de dispositivos como sensores, geoposicionadores y cámaras fotográficas que están incorporados a muchos teléfonos móviles modernos; para el intercambio y envío de información y datos ambientales a los administradores de las iniciativas a través de plataformas web y correo electrónico; así como para el manejo de bases de datos y generación de modelos estadísticos o geoespaciales que pueden ser representados en plataformas universales como Google Maps. En suma, la ciencia ciudadana representa una práctica social que articula al menos tres aspectos: la conservación ambiental, la participación ciudadana y el uso de las TIC.

No obstante, la relación entre la ciencia ciudadana y las TIC está enmarcada en una concepción generalizada y más amplia sobre el papel de las tecnologías en la vida de las personas. A menudo, esta  relación ha estado dominada por una visión determinista que plantea que su sola presencia mejora la vida de las personas, las relaciones entre las instituciones, y la producción y distribución del conocimiento. Se asume también que todas las personas usamos la tecnología de la misma manera sin importar la experiencia, las expectativas y los conocimientos e intereses.

Lo anterior se puede contrastar con experiencias concretas de los participantes en Correo Real. Cuando tuve oportunidad de conversar con algunos de los participantes del monitoreo colectivo de la mariposa monarca y conocer un poco su entorno cotidiano pude entender que su participación es impulsada por muchos factores y no sólo por la presencia y uso de las TIC. Lejos de participar de forma estandarizada, el uso del correo electrónico y las formas de escribir acerca de la mariposa monarca son muy heterogéneas y están relacionadas con las experiencias, expectativas y recursos de cada científico ciudadano.  Por ejemplo, para algunos participantes, su involucramiento tiene que ver con su pertenencia a una amplia comunidad de manejadores de recursos naturales, por lo que su actividad de observación y monitoreo de la monarca les permite compartir información relevante para su trabajo, mantenerse actualizados y reafirmar su identidad como profesionistas ambientales. Por otra parte, para algunos maestros, representa la posibilidad de conocer y  tener acceso a un recurso educativo para trabajar con los escolares temas de ciencia y ciudadanía; así mientras los primeros se concentran en elaborar sus reportes de forma más cercana a un reporte científico y fortalecer sus relaciones profesionales, los maestros a menudo utilizan el correo electrónico para expresar dudas, solicitar información y compartir informes sobre sus actividades en las escuelas.

Por otra parte, encontré que para algunos, la falta de computadora o de conexión a Internet no es limitante para participar en la investigación colectiva sobre la migración de la monarca ya que tienen la posibilidad de  compartir sus observaciones con otros científicos ciudadanos que si tienen acceso al Internet para enviar sus observaciones y registros.

Lo que estos ejemplos sugieren  es  que el uso de la tecnología  se engrana en realidades sociales particulares. La visión determinista de la tecnología y en particular de las TIC no permite mirar las complejas relaciones que se establecen entre las personas, el conocimiento ambiental, las instituciones y las herramientas tecnológicas. Suena paradójico pero, para pensar y entender el uso de las TIC en contextos y prácticas específicas resulta más fértil cambiar el foco de observación de los  dispositivos tecnológicos a las personas, sus relaciones y sus contextos.

Incorporación de las TIC en educación, consideraciones sobre la idea del “acceso para todos” en los programas con uso de las tecnologías Presentación del examen doctoral de Óscar Hernández, miembro fundador del LETS