CLAUDIA PATRICIA VALDIVIA SANCHEZ / lunes, 8 de febrero de 2021 / Categories: New, Noticias Apropiación de las tecnologías digitales a través del uso: un estudio de caso en Tláhuac, Ciudad de México. Tesis de maestría. Patricia Valdivia El pasado jueves 28 de enero del año en curso presenté el examen profesional a distancia para obtener el grado de Maestra en Ciencias en la Especialidad de Investigaciones educativas con la tesis titulada “Apropiación de las tecnologías digitales a través del uso: un estudio de caso en Tláhuac, Ciudad de México”, bajo la dirección de la Dra. Judith Rachael Kalman Landman. El comité de sinodales estuvo conformado por la Dra. Inés Dussel, Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, y la Dra. María Elsa Guerrero Salinas, Profesora Titular adscrita a la Secretaría de Planeación de la Dirección General de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades. Aquí les comparto un poco de mi trabajo de tesis y de las discusiones que están al interior. Para conocer la tesis completa ingresar a https://drive.google.com/file/d/1-kcwW60Xb3SEh2tT5CxsfYdWl6b79Kq-/view El trabajo de tesis que desarrollé es una senda que incentiva caminar por la ciudad (De Certeau, 2008) para ver con detalle las actividades cotidianas de las personas, identificar cómo viven la inserción de las tecnologías digitales en su vida diaria y los procesos que construyen para utilizarlas frente a las condiciones de desigualdad en la que viven. Partí de hacer frente a un paradigma que plantea la construcción de una Sociedad de la Información y del Conocimiento (SIC) que resalta el poder y los efectos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) (Castells, 1998; Drucker, 1992). Esta estrategia (De Certeau, 1984) apuesta por una relación directamente proporcional entre la incorporación de las TIC y el progreso socioeconómico de un país. Detrás de esta gran narrativa (Clark e Ivanic, 1997), considero que hay supuestos que están profundamente arraigados a la novedad, al crecimiento y al progreso que llevan a invisibilizar e impiden ver la particularidad, la diferencia y la cotidianeidad (Burrell, 2012; De Certeau, 1984; Jackson, 2014). Muchos de los planteamientos de la gran narrativa están pensados para un conjunto de personas con condiciones que les permiten insertar y usar las TIC y participar en una SIC. Sin embargo, hay quienes no gozan de las mismas posibilidades pero que construyen caminos para aprender y participar. Una premisa importante de mi tesis es que aquellos en condiciones no óptimas construyen caminos, formas de hacer y usar las tecnologías digitales que les permiten participar en una cultura digital ascendente que aparece en distintos dominios sociales (De Certeau, 1984; Jackson, 2014), por ello, analizar la apropiación de las tecnologías digitales no se trató solo de estudiar el uso y las formas en cómo las personas las emplean en su vida cotidiana sino el tipo de relación que establecen con dichos artefactos, con procesos, con políticas y con discursos (Chartier, 1984). En esta tesis de maestría, realicé un estudio de caso en la alcaldía en la que vivo, Tláhuac, la cual está ubicada al suroriente de la Ciudad de México y que está en proceso de urbanización. La expresión de la marginalidad en esta demarcación se distingue por vivir en las orillas de la ciudad, por la falta de acceso a los servicios básicos, por sus bajos niveles de desarrollo social y por sus condiciones de pobreza, que llevan a la población a desarrollar modalidades económicas diferentes a las que se observan en zonas céntricas o con niveles socioeconómicos más elevados. Nota: Ubicación geográfica de la delegación Tláhuac [Ilustración] reconstruida y recuperada de (INEGI, s/f). https://www.inegi.org.mx/app/mapas/ Sin embargo, hacer trabajo de campo en el lugar donde resido no fue sencillo. Inicialmente me propuse ir al centro de la alcaldía, específicamente al pueblo de San Pedro. Decidí caminar en los alrededores, y fue a partir de la propuesta teórico-metodológica de Blommaert (2013) de los paisajes lingüísticos que logré tomar distancia de algo tan familiar. Comencé a ver el centro de Tláhuac como una arena de acciones humanas y como un espacio con diversas formas de complejidad sociolingüística. Esto me llevó a mirar los textos, letreros y anuncios que estaban en los alrededores y a analizar cómo contribuyen a la construcción social del espacio y viceversa. Registré el paisaje lingüístico y digital (Blommaert, 2013; Rendón, 2019) para identificar huellas digitales (Maly y Blommaert, 2019a, 2019b), reconocer las actividades donde las personas incorporan los artefactos digitales y cómo es que estas tecnologías tienen presencia en las prácticas sociales de los tlahuences. Con esta mirada, logré reconocer oficios, ocupaciones, servicios y personas que ahí convergen, el tipo de actividades que realizan y las diferentes herramientas, recursos y artefactos que emplean. Así fue como identifiqué los ciber, cibercafé o cafés Internet, es decir, aquellos sitios públicos que brindan a las personas la posibilidad de acceder a los recursos digitales, y de esta manera di con Jocelyn, el caso que analicé en esta tesis. La decisión de analizar el caso de Jocelyn radicó en la gran cantidad de actividades en las que ella participa y en las que incorpora constantemente las tecnologías digitales para resolver las peticiones de sus clientes y de ella misma, por ejemplo, para satisfacer su interés por el idioma y la cultura japonesa. Para estudiar su caso partí de la pregunta general: ¿Cuáles son las actividades sociales en las que participa Jocelyn y cómo son sus procesos de apropiación de las tecnologías digitales? Así mismo planteé varias preguntas específicas en las cuales me propuse indagar: ¿Cómo son las actividades sociales en las que participa Jocelyn con tecnologías digitales? ¿Cómo es que Jocelyn usa las tecnologías digitales? ¿Cuáles son las situaciones inesperadas que surgen en el uso y apropiación de las tecnologías digitales en las actividades cotidianas de Jocelyn y qué acciones realiza para resolverlas? y, ¿Cuáles son las prácticas letradas que intervienen en los procesos de apropiación y uso de las tecnologías digitales de Jocelyn? Dar respuesta a estas interrogantes me permitió abonar a la comprensión de la apropiación de tecnologías digitales en contextos de marginalidad y precariedad social, económica y cultural y manifestar cómo tales condiciones influyen y forjan su uso. De esta manera, los planteamientos de la teoría sociocultural fueron útiles para comprender la dimensión histórica y social de las distintas actividades en las que Jocelyn participa con tecnologías digitales. Retomé y extendí los planteamientos de los New Literacy Studies (NLS) quienes reconocen a la lectura y escritura como prácticas sociales y en este sentido, fue posible pensar que el uso de las tecnologías digitales también está inscrito en ellas. Los planteamientos de los historiadores de la cultura también fueron útiles para comprender el uso de tecnologías digitales en términos de las relaciones que se establecen con y a través de ellas y a comprenderlo como procesos de reapropiación continua donde se reproducen o se transforman las prácticas sociales. Por otro lado, la perspectiva sociomaterial vino a agregar nuevos puntos de reflexión para evitar separar lo digital de lo material, de lo discursivo, lo cultural y sobre todo de lo social, y para pensar esta dimensión material como parte constitutiva y constituyente de las prácticas sociales. Así entonces, las prácticas sociales fueron un concepto central para poder comprender los procesos de apropiación de las tecnologías digitales. Recurrí entonces a teóricos de la Práctica Social para comprender las prácticas sociales en términos de racimos o manojos, pero al ser representaciones abstractas había entonces que mirar la materialización de estas, es decir, mirar las actividades (Barton y Hamilton, 1998; Schatzki, 2010; Reckwitz, 2002a, 2002b). Para analizar a su vez estas actividades sociales, extendí la propuesta de Heath (1983) quien desde la sociolingüística habló de eventos lingüísticos donde la lectura y la escritura eran fundamentales, por tanto, hablé en términos de eventos digitales para resaltar las ocasiones en las que Jocelyn incorporaba artefactos digitales para realizar una actividad y cuyo uso era esencial para participar en ellas. Para estudiar estos eventos digitales, fue importante mirar las acciones que los integraban los cuales, a su vez, estaban divididos en una serie de operaciones o medios que permiten comprender lo que Jocelyn hacía con las tecnologías digitales (Cole, 1985). Fue conveniente enmarcar mi trabajo de campo desde un enfoque cualitativo utilizando herramientas del enfoque etnográfico para poder profundizar en las acciones y operaciones de Jocelyn. Eso fue posible también a partir de hacer un análisis a profundidad utilizando la hoja de cálculo de Office Excel para poder analizar la red de significados que se construyen en la medida en que Jocelyn incorporaba las tecnologías digitales a sus actividades diarias. Con esta mirada teórico-metodológica, centré mi atención en los procesos de apropiación de tecnologías digitales que estaban enmarcados en las actividades laborales y económicas de Jocelyn, para poder identificar cómo utilizaba usualmente las tecnologías digitales para satisfacer las solicitudes de los clientes que acuden al ciber donde ella trabaja. Lo que logré distinguir es que Jocelyn participa en varios eventos como el siguiente: Lo que logré identificar es que estos eventos se pueden tipificar en un conjunto de acciones como: saludar, solicitar el servicio, realizar el servicio, cobrar, pagar, agradecer y despedirse. En ocasiones, estas acciones se hacen explícitas de forma verbal, pero otras veces no es necesario hacerlo. Por ejemplo, en el siguiente evento no fue necesario decir otra cosa más que la oración de “me saca una” para que la clienta y la encargada reconocieran el propósito de la actividad y realizaron una serie de acciones utilizando artefactos para sacar una fotocopia. Una forma de mirar estos eventos es desde la praxis, es decir, desde esas acciones reiteradas que posibilitan reconocer actividades sociales. Son prácticas constituyentes de rutina, es decir, un conjunto de actividades que suceden de forma periódica, las personas las realizan casi en automático y varían muy poco. Este conjunto de acciones reiteradas ayuda a darle forma al espacio, constituyen una manera de ver y vivir el tiempo y el espacio y establecen como son, serían o deberían de ser los procedimientos (Hopwood, 2016; Reckwitz, 2002b; Schatzki, 2002). Esta oración de “me saca una” no solo es una expresión lingüística, sino todo un conjunto de acciones y movimientos implícitos donde no hace falta hablar o verbalizar más cosas. Surgen de la comprensión de las personas de aquellas formas reconocidas de hacer y decir cuyos elementos no es necesario explicitar para poder realizarlos. El estudio detallado de estas formas hizo visible los aspectos implícitos en las maneras de actuar y hablar de los participantes y que a simple vista no se ven, pero que son formas en las que las personas se apropian de un espacio organizado, de procedimientos, de conocimientos, saberes, artefactos y de formas de relacionarse con otros. Cabe precisar que este tipo de eventos no son estructuras rígidas, mecanizadas o automatizadas que se repiten una y otra vez, hablar de prácticas constituyentes de rutina abre la posibilidad de reconocer que hay momentos de ruptura donde las acciones de los sujetos se detienen y que fungen como pivote para que las personas respondan y lleven a cabo cambios en su actuar. Desde esta mirada, existe siempre un grado de estabilidad y cambio coexistiendo en la práctica. En este caso, el cambio tiene un significado especial porque es el que impulsa o requiere de la creación de nuevas relaciones y conexiones entre las acciones, las personas y los objetos: puede ser a través de la modificar procedimientos, de reparar algún elemento que constituye la práctica o incluso de diseñar o rediseñar los procedimientos. Por ejemplo, aprender a congelar las computadoras. Este es un procedimiento que consiste en borrar todas las acciones, documentos y archivos que se almacenaron en una computadora para no saturar la memoria y lograr el mejor funcionamiento del equipo. Este era un procedimiento que Jocelyn hacía manualmente pero que una vez que escuchó que se podía configurar para que fuera de forma automática decidió aprender a hacerlo. Esto muestra las formas en las que circula el conocimiento por medio de comentarios cotidianos de personas que fungen como fuentes de información. A partir de entonces, Jocelyn fue a internet y buscó como hacerlo como lo mostró en la siguiente demostración: En este evento, la computadora, internet, las plataformas de búsqueda como Google y YouTube son para Jocelyn recursos que median su actividad de aprender a congelar una computadora. Ella pudo comprar un manual, decirle o pagarle a un experto para que lo hiciera, comprar un software específico, pero muchas de estas opciones requieren una inversión de recursos que quizás Jocelyn no tiene. Las opciones entonces están construidas y restringidas por múltiples condicionantes económicos, materiales, geográficos e incluso de tiempo. Ella eligió la mejor opción de acuerdo con sus propias condiciones e intereses. Ahora bien, Jocelyn decidió buscar videos en YouTube, donde de igual forma, se le presentan una serie de posibles opciones, una lista de varios videos, pero dentro de esas opciones Jocelyn dijo lo siguiente: Con estas líneas (línea 19, 21-22), quiero resaltar que la incorporación que hace Jocelyn de los objetos a sus actividades es intencionada, depende de las características y propiedades posibilitadoras pero también de los fines, saberes y experiencias de lo vaya a hacer con ellos (Guerrero, 2011). Su elección de utilizar recursos digitales está vinculada con sus intereses, los cuales tienen una construcción social (resultado de sus experiencias pasadas y por su contexto inmediato) e individual (que condensa sus propios objetivos). Es decir, cuando Jocelyn utiliza de alguna tecnología, artefacto, recurso simbólico, o le da clic a un video de la lista de resultados posibles, reconoce sus alcances y límites a través de lo que ya ha aprendido antes y tiene la decisión de elegir cuáles emplear y cuáles no son aptos ni convenientes para un momento particular y de acuerdo con sus conocimientos, disponibilidad y acceso a ellos (Kress, 2010). Con este tipo de eventos que salen de la rutina, logré visualizar cómo Jocelyn construye tácticas (De Certeau, 1984) para enfrentar situaciones materiales o tecnológicas inesperadas que le llevan a aprender nuevas formas de utilizar las tecnologías digitales, nuevas formas de participar y de relacionarse con otros, de conocer, de hacer y de mediar sus actividades. Estas tácticas son actividades donde las personas aprenden y donde la creatividad e invención, el diseño y rediseño también tienen lugar (Ahmed et al., 2015; Hopwood, 2016; Jackson, 2014; Jackson et al., 2014; Rosner, et. al, 2013) También mostré cómo es que Jocelyn utiliza las tecnologías digitales para aprender japonés, sus intereses por el idioma y la cultura se construyeron por su acercamiento a recursos culturales como el anime y mangas y por querer viajar y trabajar en ese país. Jocelyn se inscribió a una escuela particular en la que invertía 2,000 pesos trimestrales y 4 horas de traslado cada sábado (dos de ida y dos de vuelta). Ahí en la escuela, le dieron un libro que pesaba mucho y para evitar trasladarlo lo transformó en varios elementos: primero en su versión digital en su tableta, en tareas impresas, en un glosario, planas y flashcards. Es decir, Jocelyn configura diversas actividades para aprender japonés. Por ejemplo, ver videotutoriales de lecciones de japones en YouTube y en simultáneo hace apuntes en su cuaderno. Varias de las cosas que hace son sugerentes del uso escolar de la lectura y la escritura como la reiteración constante en las planas. A partir de este tipo de actividades, es posible distinguir prácticas educativas que están arraigadas a sus formas de aprender. En la mayoría de estas actividades incorporó las tecnologías digitales, pero también involucró otros elementos: artefactos, acciones, lenguajes, formas de hacer y decir que hacen posible identificar prácticas educativas que se realizan en espacios escolares. Sin embargo, Jocelyn mostró que hay caminos distintos para apropiarse de saberes que le son útiles y a los que en esta tesis llamé tácticas de aprendizaje. Se trata de las actividades que llevaron a Jocelyn a aprender y apropiarse no solo del idioma japonés, sino de otros idiomas, sitios web, aplicaciones y dispositivos digitales. Por ejemplo, cuando emplea una aplicación de teclado japonés, con la aplicación de Google Traductor para traducir y verificar sus propias construcciones de japonés a español porque de acuerdo con su experiencia previa, Google Traductor es malísimo para hacer traducciones de español a japonés. De esta manera, Jocelyn construye frases o ideas en japonés y revisa y verifica si lo que escribió se acerca a lo que quiso decir, para lo cual tuvo que construir un arreglo distinto al que hubiera establecido para solo traducir. Un último ejemplo es cuando Jocelyn utiliza animes online para identificar el uso situado del idioma japonés. En esta plataforma le ofrece a Jocelyn la posibilidad de escuchar conversaciones en japonés, ver los subtítulos en japonés y poder detener la transmisión al dar clic sobre el subtítulo japonés para obtener la traducción (al inglés) de la palabra o expresión japonesa. Jocelyn, como no tiene un dominio amplio del inglés, utiliza Google Traductor para hacer una segunda traducción del inglés al español para conocer el significado de las expresiones japonesas. Con este panorama, mostré como Jocelyn construye actividades donde tiene la oportunidad de experimentar con las tecnologías, de dar cuenta de errores o límites de las aplicaciones, de corregirlos y (re)diseñar continuamente el uso de las tecnologías digitales. Es en el contexto de uso donde Jocelyn se apropia de diferentes formas de usar las tecnologías. Esto manifiesta cómo son sus procesos de apropiación de las tecnologías digitales a través establecer arreglos materiales digitales donde reúne diversos elementos, vincula espacios, diferentes materialidades e idiomas. Si bien hay formas habituales de hacer y de usar ciertos recursos, Jocelyn tiene la oportunidad de tomar decisiones y elecciones de cómo, para qué, porqué y cuándo utilizar los artefactos, aplicaciones y dispositivos digitales. Jocelyn manifestó su apropiación de las tecnologías digitales a través establecer arreglos materiales digitales donde reunió diversos elementos, vinculó diferentes espacios, materialidades, idiomas y artefactos. La configuración de este tipo de arreglos y tácticas de aprendizaje hizo visible que la incorporación de las tecnologías digitales per se no asegura el desarrollo de aprendizajes o habilidades. Es preciso que participen y se involucren en actividades que planteen un uso situado de las tecnologías. Se trata entonces de procesos complejos y heterogéneos porque están entretejidos a condiciones, materialidades, lenguajes, acciones, espacios y tiempos; ligados a prácticas sociales constituyentes a los espacios de participación donde también suceden contratiempos a los que las personas hacen frente dependiendo de la disponibilidad y acceso a los recursos, del propósito y las intenciones ligadas a su uso. En este sentido, hablo de procesos de apropiación que están anidados, enredados y situados. Estos planteamientos contribuí a la comprensión de los procesos de apropiación digital y a ver las diferentes formas en las que las personas participan en una cultura digital ascendente. Fue importante comprender cómo el aprendizaje está entrelazado con los procesos de apropiación y por consiguiente con las prácticas sociales. Más que pensar en aprendizaje, es decir, en la transmisión y adquisición de una entidad estable, se trata de aprender una serie de acciones necesarias para apropiarse de usos y saberes (Kalman, 2019, 2020). Esto puede ser útil para mostrar que el conocimiento no es acabado, poder diseñar actividades situadas donde sea posible aprovechar las tecnologías digitales para los procesos educativos e ir más allá de una idea condensada del aprendizaje y así distinguir que hay otros espacios sociales donde las personas también aprenden. Referencias Ahmed, S. I., Jackson, S. 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